Propuesta a la comisión.

 

Propuesta a la comisión para la reconstrucción de España.

 

                                    

Última tecnología española                      Última tecnología española

    para escribir                                              para segar hierba

 

He insertado las dos imágenes de arriba porque en la de la con la herramienta de la izquierda, una hoz, me gané el primer jornal en el verano de 1959 segando centeno, trigo y cebada en tierras de Sayago junto a la frontera con Portugal. Digo que gané el primer jornal, no he dicho que me lo pagaran, porque me lo quedaron a deber. Ahora los patronos cuando se niegan a pagar al obrero, éste acude al Fondo de Garantía Salarial, entonces te quedabas sin cobrar y si la primera putada que te hace un patrón es a los diez años, eso marca la conciencia para toda la vida, por eso siempre he sido de CC.OO.

Con la de la derecha, la pizarra de piedra, aprendí a hacer las primeras letras y los primeros números en el año 1955, a los seis años. El pizarrín con el que se escribía también era de piedra. Después de la pizarra usaba el lapicero, invento alemán, después la pluma y el tintero, en los años finales de la escuela ya usábamos el bolígrafo, invento francés. Desde la pizarra para acá no hemos vuelto a inventar nada en materia de escritura, nos lo dan todo inventado, hemos seguido al pié de la letra la frase de Don Miguel de Unamuno, o de quien la dijera, “que inventen ellos”

Éstos papeles, si los leyeran en esa sala donde ustedes riñen, les sugiero que prescindan en su trabajo de todo lo que no esté fabricado en España. Considero que el primer requisito que debe cumplir una comisión para la reconstrucción de España es ponerse los que la componen en la realidad del país que piensan proponer su reconstrucción.

¿Usan ustedes ordenador, tableta o teléfono móvil? Esos artilugios no están fabricados en España, prescindan de ellos y provéanse de un cuaderno de Rayas, que es español y es la última tecnología española en el mundo de la escritura.

 ¿Disponen de un equipo de sonido en la sala? Apáguenlo si no está fabricado en España y hablen con tecnología española, de viva voz.

La energía que usan para el alumbrado seguro que la explota un monopolio privatizado, pero las lámparas que iluminan la sala seguro que son extranjeras, apáguenlas y pongan velas, candiles o faroles de aceite que es tecnología española.

Quítense sus ropas que no estén fabricadas en España; los calzoncillos o bragas es posible que estén fabricados en España, pero aunque no lo estén, por decoro quédenselos puestos.

Ahora, con el cuaderno de Rayas en la mano, a la luz de las velas, hablando a voces, a oscuras, desnudos y en greguescos, se han situado ustedes en la España real, que no es la misma que la España monárquica. La España real es la de los millones de PARADOS de antes y de después del virus, la de los millones de MEDIO PARADOS, (porque tener un contrato de cuatro horas, hacer ocho y que no te paguen las otras cuatro, es estar MEDIO EN EL PARO), la de las colas del hambre, la de los que segaban a mi lado y cuando un virus les pilló el final de la vida, lo hizo en un almacén de viejos llamado residencia, que el sistema se ha inventado para ganar dinero los militantes más bandidos de la España monárquica.

La clase política, las clases parásitas, desde el monarca hasta el último alguacil, con sus medios de propaganda agitándolos constantemente han logrado introducir en el pensamiento de la gente la idea que España es un país moderno. ¿Ahora que están ustedes como auténticos españoles, en calzoncillos y a dos velas, siguen creyendo que eso de la modernidad es cierto? ¿No será más cierto que estamos modernizados pero que en nosotros sigue presente la España que el marqués de la Ensenada y algunos otros de su época intentaron reformar, pero que aun no lo han conseguido?

Ya sé que el 99,99 % de los políticos están en política porque es un oficio muy bien pagado, para situarse del todo en la España real deberían ponerse un sueldo de la reforma laboral; de esto hablaremos luego.

Si yo fuera buen escritor y buen político, probablemente para describir la tarea de reconstruir España compondría un libro bastante gordo.

Cuando se trata de construir algo, o de  reconstruir, siempre lo primero es el dinero. A España, entre reyes, nobles y clero la han gobernado siempre en estado de ruina desde que andaban por aquí los romanos, hasta ahora. Ese estado de la economía siempre estuvo entre la ruina continua y las crisis frecuentes, no hemos cambiado nada, seguimos igual, ni los nobles de los pasados siglos no pagaban sus tributos

 al rey, ni los capitalistas de ahora pagan los impuestos que les corresponde (España es el primer país de Europa en fraude fiscal, 23 %). En la tarea de reconstruir España tiene que ir incluida la idea que estafar al país es  incumplir la ley y eso es delito.

Para la reconstrucción es imprescindible el dinero, estamos muy contentos porque el Banco Central Europeo (BCE) nos va a dar mucho dinero a fondo perdido; y pregunto yo, y ésta pregunta es una propuesta: ¿nosotros no podemos poner de nuestro bolsillo nada? Yo creo que sí; para ello habría que eliminar el fraude fiscal ¿recaudaríamos 100.000 MM? Economía sumergida ¿30.000 MM) morosidad agencia Tributaria? ¿10.000 MM?

Yo pediría al Papa que a las oraciones que nos dedique a los españoles, las acompañe con una limosna  de ¿200.000 MM?  Para hacer obras pías a los millones de cristianos empobrecidos ¿Para qué quieren el imperio vaticano 60.300 toneladas de oro en sus reservas y un capital de BILLONES  de €? Que tengan en cuenta que la limosna y la oración son la llave que abren las puertas del cielo. Si voluntariamente, no nos dan nada, por lo menos que paguen el IBI, el IVA, que no disfruten de exenciones fiscales y que paguen el impuesto de donaciones. Necesitamos también que el imperio vaticano nos done los miles de hectáreas de terrenos urbanos edificables para construir viviendas constitucionales para los empobrecidos creyentes, a la vez que reavivamos el sector de la construcción. Proporcionando vivienda asequible a los españoles cumpliremos con los mandatos constitucionales del derecho a la vivienda y a la propiedad privada, los pobres también tienen derecho a la propiedad privada.

Después de arreglar las cuentas lo mejor posible es imprescindible hacer una reforma fiscal para que todos paguemos con arreglo a nuestros ingresos.

Reorganización de la administración del Estado: ejemplo: el Estado central, las autonomías, las diputaciones y los ayuntamientos, cuatro administraciones, tienen competencias en dependencia y aun así, los viejos se mueren, a veces por falta de asistencia. ¿No sobra  administración en todos los ministerios?

Cuando lleguemos al de defensa veremos que mientras el ejército chino tiene 2.200.000 soldados y tiene 193 generales, el ejército español tiene 120.000 soldados y tiene 250 generales y otros cuatrocientos de descanso, pero cobrando; solo la guardia civil tiene 76 generales, 216 coroneles, 275 tenientes coroneles y 445 comandantes, ahí hay que hacer un ERE y a la calle los que sobran, aplicando la reforma laboral que los que ellos votan dicen que hay profundizar en ella.

Tenemos que potenciar las áreas de la economía en las que destacamos. En turismo ya somos el segundo país más visitado  del mundo, hay que seguir cuidando éste sector con esmero. Hay que fomentar el turismo de interior, ¿sabías que Zamora tiene más kilómetro de costa que Almería? El embalse de Ricobayo cuando está lleno como éste año, cada orilla tiene 30 kilómetros. En el lago de Sanabria hay mejor agua que en Benidorm, o en los numerosos embalses de todas las cuencas.

Tenemos la mejor gastronomía del mundo, en ningún país se come como en España, lo que nos falta es poder comer todos. Tenemos que promocionar el uso del ferrocarril que es menos contaminante que el avión. Propongo que un tren salga de Cádiz, por toda la costa mediterránea hasta Estambul. Otro desde Lisboa, Madrid, París, Berlín, Varsovia, Moscú.

Tenemos los agricultores peor pagados ¿Qué hacemos para pagarles mejor? Creo que después de ésta crisis algunos comportamientos sociales deberíamos cambiar, por ejemplo: debería impulsarse desde los poderes una nueva forma de comportamiento en los hábitos de consumo. Si yo en lugar de tener catorce camisas en el armario fabricadas en China, tuviera solo siete, con el dinero de las otras siete podría pagar 20 céntimos más la barra de pan y que repercutieran en el precio que le pagan al labrador por el kilo de trigo, que es igual que hace veinte años.

No hace falta que el niño tenga un contenedor lleno de juguetes de plástico fabricados en algún país dónde se esclaviza a los obreros, con unos pocos de madera y educativos, fabricados en España tiene suficientes; con el dinero que nos ahorramos quizá podamos pagar un poco mejor las frutas y verduras. Se pueden tener menos de cuarenta pares de zapatos y a cambio pagar un poco más por el kilo de carne. Se quejan los labradores de que le pagan poco los productos, yo creo que las maquinarias que usan, como son todas de importación les cuestan muy caras, ¿no podíamos fabricar aquí tractores y camiones Ebro como en tiempos se fabricaron en la misma fábrica que ahora la japonesa Nissan cierra?

Nunca he visto a una ministra dos veces con el mismo traje, eso es que le sobra sueldo. Para reconstruir España es necesario poner un salario máximo de no más, voy a ser generoso,  de 60.000 €. Igual que hay salario mínimo lo tiene que haber máximo, España no es un botín para nadie, una cosa es servirla y otra desangrarla. Alguno puede decir que gana más en el sector privado, pues adelante, necesitamos a alguien que ponga una fábrica de máquinas de cortar yerba para sustituir la española hoz.

 Hay que reforestar todo nuestro territorio. La política contra el cambio climático también se hace plantando millones de árboles que se adapten al clima y al terreno. Hay que desbrozar montes para evitar incendios forestales y arreglar caminos rurales; hay que limpiar los cauces de los ríos para mejorar sus aguas, hay que conservar la naturaleza, porque por muy importantes que creamos que somos, solo somos parte de ella.

El ministerio de agricultura tiene que considerar si sería conveniente una nueva concentración parcelaria que se adapte a la nueva maquinaria y a las nuevas formas de cultivo.

 

Los servicios públicos se tienen que auto gestionar dirigidos por gente experta en cada uno de ellos.

Supongamos que tenemos 100 € para gestionar una residencia de ancianos, un hospital, o la recogida de basuras

 

 

Gestión privada con presupuesto 100 €

                 Beneficios                      25 €

                              Atención  a los ancianos ¼     25 €

                             Salarios de sus cuidadores ¼    25 €

                            Gastos de la residencia ¼         25 €

 

Como vemos para que el gestor privado obtenga el sacrosanto derecho al beneficio ha sido a costa del deterioro de las otras partes.

La economía, para la reconstrucción de España, tiene que estar al servicio de los españoles.

 

Hay otra medida indispensable que debería haberla puesto en primer lugar, que no necesita dotarla de presupuesto ni elaborar ninguna ley para su aplicación inmediata y es, que los españoles nos pongamos a leer a nuestros clásicos y contemporáneos y a nuestra historia, descubriríamos quienes nos han robado y explotado a lo largo de los siglos.

 

Sería bueno que desde el gobierno se hiciera un llamamiento a la honradez, la laboriosidad, a las ganas de saber y a defender la democracia y la libertad todos los días, porque no estoy convencido que todas las fuerzas que hay en el parlamento estén verdaderamente comprometidas con la democracia y la libertad.

 

No quiero terminar el escrito sin hacer dos propuestas sobre la reforma laboral. La primera es derogarla; está demostrado que por sí misma no ha generado ni un solo puesto de trabajo, ni ha mejorado la actividad productiva del país, sino solo la ruina, la precariedad y la miseria de los que trabajan.

La segunda opción es lo contrario, aplicarla a los cuarenta y siete millones de españoles, desde el rey hasta el último mendigo, pasando por ministros, jueces, generales, obispos, que nos rijamos todos por los convenios de hostelería o comercio. Los diputados de la derecha que la defienden, los primeros.

Venga; suerte y al toro. Un saludo.

 

 


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